Fecha de la noticia: 2024-12-30
En un ambiente de fervor y esperanza, la parroquia de San Andrés Apóstol se convirtió en el epicentro de una celebración que marcó el inicio del jubileo ordinario, un evento que invita a la reflexión y la renovación espiritual. A lo largo de 30 horas, los fieles se unieron en una emotiva ceremonia que incluyó la lectura de fragmentos de ‘Spes non confundit’ y una procesión vibrante hacia la majestuosa Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa. Presidiendo este encuentro resaltante, el arzobispo Luis Argüello no solo guió la eucaristía, sino que también presentó a los asistentes el símbolo del jubileo: una impresionante cruz patriarcal de plata dorada, testigo de la historia y la fe de la Archidiócesis de Valladolid. Contemplar esta cruz en el presbiterio del Santuario es una invitación a obtener la indulgencia plenaria, un regalo espiritual que resuena en los corazones de todos los que buscan un camino hacia la esperanza y la redención. ¡Acompáñenos en este recorrido por los momentos más destacados de un jubileo que promete dejar huella!
¿Qué significado tiene la cruz patriarcal elegida como símbolo del jubileo para la Archidiócesis de Valladolid?
La cruz patriarcal elegida como símbolo del jubileo para la Archidiócesis de Valladolid representa una conexión profunda entre la tradición y la esperanza espiritual. Este emblemático objeto, datado de la primera mitad del siglo XX y elaborado en plata dorada con delicados esmaltes, no solo es una obra de arte sacro, sino que también encarna la fe y la devoción de la comunidad. Su exposición en el presbiterio del Santuario, junto con la celebración eucarística presidida por el arzobispo Luis Argüello, subraya su importancia en el contexto del jubileo, donde los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria en uno de los templos jubilares. Así, la cruz se convierte en un faro de luz y esperanza, invitando a todos a reflexionar y renovar su compromiso con la fe.
¿Cómo se está promoviendo la participación de los fieles en el jubileo a través de las ceremonias y la exposición de la cruz en el Santuario?
La participación activa de los fieles en el jubileo se está promoviendo de manera significativa a través de ceremonias que fomentan la comunidad y la espiritualidad. En la parroquia de San Andrés Apóstol, se celebraron 30 horas de oración y reflexión, donde se leyeron extractos de ‘Spes non confundit’, la bula que convoca al jubileo ordinario. Esta actividad culminó en una emotiva procesión hacia la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, presidida por el arzobispo Luis Argüello, quien guió a los fieles en una eucaristía llena de fervor y devoción.
Además, la Archidiócesis de Valladolid ha seleccionado una cruz patriarcal de plata dorada como símbolo central del jubileo, la cual será expuesta para la veneración en el presbiterio del Santuario. Este templo, junto a la catedral y la capilla del centro hospitalario Benito Menni, se ha designado como uno de los lugares jubilares donde los fieles pueden obtener la indulgencia plenaria. Este enfoque no solo invita a la reflexión y la oración, sino que también refuerza la conexión de la comunidad con su fe, haciendo del jubileo una experiencia compartida y profundamente significativa.
La esperanza cobra vida en Valladolid
La reciente celebración del jubileo en la parroquia de San Andrés Apóstol de Valladolid ha infundido un renovado sentido de esperanza entre los fieles. Durante 30 horas, se compartieron pasajes de la bula ‘Spes non confundit’, un recordatorio de que la fe nunca defrauda. La jornada culminó con una emotiva procesión hacia la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, donde el arzobispo Luis Argüello presidió la eucaristía, uniendo a la comunidad en un acto de devoción y unidad.
El símbolo de este jubileo, una majestuosa cruz patriarcal de plata dorada, resonó profundamente con los asistentes. Procedente de la catedral y exhibida en el presbiterio del Santuario, esta cruz invita a los fieles a acercarse y venerarla. Con tres templos jubilares en la Archidiócesis, incluyendo la catedral y la capilla del hospital Benito Menni, los asistentes tienen la oportunidad de obtener la indulgencia plenaria, un regalo de gracia en este tiempo de reflexión y renovación espiritual.
La esperanza cobra vida en Valladolid
La reciente celebración en Valladolid ha traído consigo un renovado sentido de esperanza, enmarcado en la lectura de ‘Spes non confundit’ en la parroquia de San Andrés Apóstol. Durante las 30 horas de actividades, los fieles se unieron en una procesión que culminó en la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, donde el arzobispo Luis Argüello presidió una emotiva eucaristía. Este evento marca el inicio de un jubileo ordinario, invitando a la comunidad a reflexionar sobre la importancia de la fe y la esperanza en tiempos de adversidad.
Como símbolo de este jubileo, se ha destacado una majestuosa cruz patriarcal de plata dorada, datada en la primera mitad del siglo XX, que será expuesta en el presbiterio del Santuario. Esta cruz no solo representa un legado histórico, sino que también se convierte en un punto de encuentro espiritual para los fieles, quienes podrán obtener la indulgencia plenaria en este y otros templos jubilares de la Archidiócesis. Así, Valladolid se erige como un faro de esperanza y renovación, recordando a todos la promesa de que la fe nunca defrauda.
Una cruz histórica como símbolo del jubileo
En una emotiva celebración que duró 30 horas en la parroquia de San Andrés Apóstol, la comunidad se unió para leer fragmentos de ‘Spes non confundit’, la bula que convoca al jubileo ordinario. La jornada culminó con una procesión hacia la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, donde el arzobispo Luis Argüello presidió una eucaristía llena de fervor. Como símbolo del jubileo, la Archidiócesis de Valladolid ha presentado una majestuosa cruz patriarcal de cuatro brazos, elaborada en plata dorada y esmaltes, que data de la primera mitad del siglo XX y proviene de la catedral. Este emblemático objeto religioso será exhibido en el presbiterio del Santuario, uno de los tres templos jubilares donde los fieles podrán recibir la indulgencia plenaria, junto a la catedral y la capilla del hospital Benito Menni.
Una cruz histórica como símbolo del jubileo
En un emotivo evento, la parroquia de San Andrés Apóstol fue el escenario de una celebración que marcó el inicio del jubileo ordinario, con la lectura de pasajes de ‘Spes non confundit’, la bula que convoca a la comunidad a la esperanza y la renovación espiritual. La procesión que siguió, encabezada por el arzobispo Luis Argüello, llevó a los fieles hasta la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, donde se celebró una eucaristía que unió a la congregación en un acto de fe y unidad.
Como símbolo emblemático de este jubileo, la Archidiócesis de Valladolid ha presentado una cruz patriarcal de cuatro brazos, una obra de plata dorada y esmaltes del siglo XX, que será venerada en el presbiterio del Santuario. Esta cruz no solo representa la historia y la tradición de la fe católica, sino que también se convierte en un punto focal del jubileo, junto a la catedral y la capilla del hospital Benito Menni, donde los creyentes podrán recibir la indulgencia plenaria en un ambiente de reflexión y devoción.
Eucaristía presidida por el arzobispo Argüello
La parroquia de San Andrés Apóstol fue el escenario de un emotivo encuentro espiritual que duró 30 horas, durante el cual se leyeron fragmentos de ‘Spes non confundit’, la bula que convoca al jubileo ordinario. Posteriormente, una procesión vibrante llevó a los feligreses hacia la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, donde el arzobispo Luis Argüello presidió la eucaristía, fortaleciendo así la fe de la comunidad. En este jubileo, la Archidiócesis de Valladolid ha elegido como símbolo una impresionante cruz patriarcal de plata dorada, procedente de la catedral, que estará expuesta para la veneración en el presbiterio del Santuario, uno de los templos donde se podrá obtener la indulgencia plenaria, junto a la catedral y la capilla del hospital Benito Menni.
Eucaristía presidida por el arzobispo Argüello
La celebración del jubileo ordinario en la parroquia de San Andrés Apóstol fue un momento de profunda espiritualidad, donde se leyeron fragmentos de la bula ‘Spes non confundit’, que invita a la esperanza y la renovación. Posteriormente, una emotiva procesión llevó a los asistentes a la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, donde el arzobispo Luis Argüello presidió la eucaristía, llenando el ambiente de fe y devoción. Este jubileo, simbolizado por una impresionante cruz patriarcal de plata dorada, refleja la rica herencia de la Archidiócesis de Valladolid y permanecerá en el presbiterio del Santuario, invitando a los fieles a venerarla y a recibir la indulgencia plenaria en este resaltante evento.
Indulgencia plenaria en templos jubilares
En una emotiva celebración de 30 horas en la parroquia de San Andrés Apóstol, se leyeron fragmentos de ‘Spes non confundit’, la bula que convoca al jubileo ordinario, marcando el inicio de un momento de reflexión y esperanza. La jornada culminó con una solemne procesión hacia la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, donde el arzobispo Luis Argüello presidió la eucaristía. Como símbolo del jubileo, la Archidiócesis de Valladolid ha presentado una majestuosa cruz patriarcal de la primera mitad del siglo XX, elaborada en plata dorada y esmaltes, que ahora se exhibe en el presbiterio del Santuario. Este templo, junto a la catedral y la capilla del hospital Benito Menni, ofrece la oportunidad de obtener la indulgencia plenaria, un regalo espiritual que invita a la comunidad a profundizar en su fe y en la esperanza que nunca defrauda.
Indulgencia plenaria en templos jubilares
La Archidiócesis de Valladolid ha inaugurado con gran fervor un evento jubilar en la parroquia de San Andrés Apóstol, donde se realizaron lecturas significativas de la bula ‘Spes non confundit’, que invita a los fieles a renovar su esperanza. Este acto culminó con una procesión hacia la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, presidida por el arzobispo Luis Argüello, quien guió a la comunidad en una emotiva eucaristía, en un ambiente de unidad y devoción.
Como símbolo del jubileo, se ha dispuesto una magnífica cruz patriarcal de cuatro brazos, elaborada en plata dorada y esmaltada, que data de la primera mitad del siglo XX y proviene de la catedral. Esta cruz será el punto focal de veneración en el presbiterio del Santuario, uno de los tres templos jubilares donde los creyentes podrán acceder a la indulgencia plenaria, junto a la catedral y la capilla del hospital Benito Menni. La celebración no solo resalta la importancia espiritual del evento, sino que también fortalece los lazos comunitarios en la Iglesia Católica.
La celebración del jubileo ordinario en la parroquia de San Andrés Apóstol ha marcado un momento resaltante para la Archidiócesis de Valladolid, uniendo a la comunidad en torno a la esperanza y la fe. La procesión hacia la Basílica Santuario Nacional de la Gran Promesa, junto con la eucaristía presidida por el arzobispo Luis Argüello, ha reforzado el espíritu de unidad y devoción. La cruz patriarcal, símbolo de este jubileo, se convierte en un foco de veneración, recordando a los fieles la importancia de la indulgencia plenaria en estos templos jubilares, y reafirmando el compromiso de la Iglesia Católica en guiar a la comunidad hacia la esperanza y la redención.
Fuente: Una procesión abre desde San Andrés el Jubileo Ordinario en Valladolid | El Norte de Castilla